Cita a la Estacion de Policia

Siempre he creido en el poder libertador de las ideas compartidas y de los pensamientos que no se obstruyen. He creido que el mayor pecado que podemos cometer los humanos es el de rechazar las oraciones formadas cuando estas nos retan, y cuando se salen de la linea ideologica que hemos escogido seguir. No es que deje de valorar a aquellos que aman sus ideales, pero me chocan los ciegos voluntarios de cualquier color de pensamiento. Por eso decidi llevar unos pocos libros a Cuba en esta ultima visita que realice a la Isla, con el objetivo de donarlos a una biblioteca independiente. Decidi llevar libros cortos y faciles de leer, como los son "Rebelion en la Granja," "1984" y "Un dia en la vida de Ivan Denisovitch." Decidi dirigirme a la biblioteca independiente Dulce Maria y Loynaz que queda en el Vedado, y la direccion de la misma la encontre en el sitio de las bibliotecas independientes de Cuba http://www.bibliocuba.org/espanol/articles/12/1/Las-bibliotecas-independientes-de-Cuba (este sitio ahora me da un error cada vez que trato de accederlo).

La directora de esta biblioteca, Gisela Delgado, es una mujer agradable que despues de ensenharme el cuarto donde se encuentran los libros, no me dejo ir hasta que me tomara un poquito de cafe. Con ella estuve hablando cerca de una hora sobre la situacion que sufren aquellos que piensan diferente en la Isla, y la mejor manera en la que los del exilio podemos ayudar a fomentar las esperanzas de un cambio hacia la democracia.
De manera similar me dirigi a una reunion del frente civico femenino "Gladys Nunez Villalta" en el domicilio de otra bibliotecaria independiente, Caridad Montana Fernandez, el dia 8 de Marzo. La reunion se llevo a cabo con el fin de celebrar el dia de la mujer, y en la misma tambien se dieron detalles sobre la situacion critica de el periodista independiente Coco Farinhas, el cual lleva varios dias en huelga de hambre. En esta reunion, las mujeres dijeron apoyar los planteamientos de Farinhas, pero se pronunciaron en contra de el metodo utilizado por el disidente para establecer su posicion, y por tal motivo se recopilaron las firmas de los que estaban presentes en la reunion. Al firmar ese documento yo estableci mi apoyo a la lucha por el derecho de expresion libre, y quise hacer saber que los vivos podemos hacer mucho mas que aquellos que han muerto, y por lo tanto que no estoy de acuerdo con la huelga de hambre del opositor.

Las labores familiares me mantuvieron ocupada por el resto de la semana, y no fue hasta el sabado 13 de Marzo que fui obligada a volver a explicar lo sucedido el dia de la mujer. La noche anterior me habia acostado cerca de las 3 de la manhana compartiendo con mis viejos amigos del pre-universitario, y por eso me sorprendio que mi tio tocara tan temprano la puerta de mi cuarto. Me dijo que habia un policia afuera que tenia una cita para mi para discutir mi situacion migratoria. Dado que la noche anterior habiamos hablado bastante alto, y que habiamos dicho cosas explicitas contra el gobierno en el portal, me pregunte si la visita del policia seria por una queja de algun vecino la noche anterior. Le pedi al oficial que me esperara a que me cambiara, y antes de salir de mi casa para la estacion de policia, le di mi pasaporte norteamericano a mi novio para que lo llevara a la Oficina de Intereses en caso de que yo no regresara. El oficial, que habia venido en moto, me dijo que me esperaria frente a la estacion de 31 entre 108 y 110, y yo una vez vestida empece a caminar hacia la misma. Dentro de mi surgian preguntas, se establecian imaginados dialogos, y yo pensaba entre otras cosas en como se podian acostumbrar los ciudadanos de un pais a callar con tal de no recibir la cita que a mi me habian dado.

El oficial que me entrevisto iba vestido de civil y llevaba una sonrisa casi inocente; a medida que nuestra conversacion transcurria yo me compadecia mas de ese hombre que si creia en ese sistema que empezaba a poner a Cuba zocata, lo hacia porque se le negaba el acceso a una prensa libre. Me dijo, cerrando la puerta de el cuarto en el que estabamos los dos solos, que estaba seguro que nuestra conversacion seria breve. Empezo por decirme que habia hablado con mi tio, que le habia reiterado muchas veces su amor por la Revolucion cubana, y que por lo tanto no creia que nos fueramos a tardar mucho. Me dijo que sabia que yo habia ido el dia 8 de Marzo a reunirme con 'elementos' reaccionarios del pais, y que en tal reunion yo habia firmado un documento; paso a preguntarme directamente si yo habia ido a esa reunion de manera consciente, o si alguien me habia obligado a participar en la misma. Le respondi que era una adulta, y que por supuesto que habia firmado dicho documento de manera consciente. Me pregunto como me habia enterado de esa reunion, y le dije que a traves de la Internet; una vez que le dije esto, me pregunto por que yo habia decidido reunirme con estas personas o buscar informacion sobre ellas y le conteste que queria conocer a personas en Cuba que pensaran diferente a la dogma oficial establecida en el pais. "Y usted piensa como ellos?"- me pregunto, a lo que le respondi que por supuesto, que no vivia en la Isla y que si los habia contactado era porque pensaba de manera similar. Me dijo entonces que mi visa estaba habilitada para visitar a mi familia y hasta para hacer turismo, pero que mi reunion con esos elementos contrarrevolucionarios estaba fuera de los limites de mi visa. Le dije que en ningun momento, ni en ningun lugar mi visa decia que yo no podia reunirme con personas que pensaran igual que yo en el pais, y que por favor, si era tan amable, que fuese a buscarme ese documento oficial que me prohibia reunirme con esos elementos. El oficial me dijo que no tenia ese documento, y entonces le respondi que yo seguiria reuniendome con quien yo quisiera hasta que ese documento oficial llegara a mis manos. Le dije que ese documento oficial tendria que tener los nombres de aquellos ciudadanos cubanos con los que yo no me podria reunir en mi visita al pais, y que se me tendria que entregar a mi para que yo pudiese llevarlo a donde yo quisiera, ya a un periodico extranjero, ya al gobierno de Mexico, ya a las Naciones Unidas. El oficial trato de reiterarme los limites de mi visa, y me dijo una vez mas (como quien ha memorizado unas lineas pero que no cree lo que dice) que yo no deberia reunirme con esas personas. Le pregunte si "no deberia o no podia," a lo que me dijo "no deberia." Al terminar sus apuntes de nuestra entrevista, el trato de despedirme, ya un poco nervioso, y le pedi que me leyera lo que habia escrito de nuestra reunion.

Se reunio el dia 8 de Marzo con las Mujeres del Frente Civico Femenino y firmo un documento.
Vivio en Cuba 18 anhos.
Estudiante.
* Se entero por la internet.

Le dije que antes de irme el debia escribir en ese papel el punto mas importante de nuestra conversacion, y le dije que apuntara que yo decia que hasta que no se me entregara un documento oficial en el que se me prohibia reunirme con ciudadanos cubanos que pensaban de manera diferente a la linea establecida por el gobierno de Cuba, yo iba a continuar hablando con estas personas. Al escribir esta ultima oracion, la mano del que me entrevistaba comenzo a temblar. No se si no sabia de que manera le iba a decir a sus superiores lo que yo le habia dicho, o si el mismo no creia ya mucho en el sistema. Solo se que me comento, de pasada, que su letra era pesima. Yo le dije que lo entendia, pues yo misma era estudiante de Medicina, y que la pobre caligrafia era mi condena. Al haber terminado de escribir la ultima oracion, el oficial se levanto de su silla, me extendio la mano y me dio las gracias por haber venido. Yo le di mi mano, le extendi una sonrisa, y sali a caminar por las calles de Marianao banhadas por el sol.